CRUCERO Adventure of the Seas, Mediterráneo occidental, día 2.

DOMINGO, 17 de junio de 2012: VALENCIA

El barco no llegaba a Valencia hasta la una de la tarde y como Javi y yo adoptamos "horario guiri" cuando viajamos, para las siete de la mañana ya estábamos despiertos.
Nos fuimos a desayunar al buffet, donde todas las mañanas nos recibía nuestro camarero Ambrish con una amable sonrisa ;)
Los desayunos eran espectaculares. ¡Había de todo! Y de todo comíamos (cuando te vas de crucero es obligatorio traerte dos o tres kilos de recuerdo, es una norma no escrita):

Echaba de menos algún zumito ya que el que ponían era de "polvos" y no me gustaba para nada. Tenías la posibilidad de pedir un zumo natural pero tenías que pagarlo a parte y costaba alrededor de $4.

Después de nuestro desayuno nos fuimos a uno de los dos espectaculares jacuzzis que había en la zona de piscinas para adultos en el barco. Mirad que chulo:

Volvimos a nuestro camarote para darnos una ducha y ya estábamos listos para irnos de visita por Valencia.
Somos conscientes de que en Valencia se encuentra la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pero como ni Javi ni yo conocíamos la ciudad, decidimos dar un paseo por el centro, para tener una idea de lo que es la ciudad natal de mi hermano.

No quiero ni acordarme del calor tan espantoso que pasé en Valencia . Esto fue uno de los motivos por los que no puede disfrutar a tope la ciudad. 
Este día no llevábamos una ruta definida, sólo queríamos ver la catedral y darnos un paseo por el centro de la ciudad.
Al bajar del barco, y para gozo de mi marido, todo estaba listo para el circuito de Fórmula 1 que se celebraría la siguiente semana:

¡Si hasta vimos llegar el camión de Ferrari!

Cogimos el metro y llegamos hasta la Plaza del Ayuntamiento. Desde allí, empezamos a caminar hasta que llegamos a la bonita Catedral de Valencia, con su famoso campanario Miguelete:

Muy cerca de allí, se encuentra una de las horchaterías más antiguas y famosas de Valencia, Santa Catalina, donde pudimos disfrutar de una riquísima horchata con compañía:

Continuamos andando por el centro y no queríamos abandonar Valencia sin probar la paella, pero ya nos habíamos bebido la horchata y habíamos picado algo en el barco; con lo que sólo pedimos una tapita de paella para no irnos con el gusanillo de no haberla probado:

¡La verdad es que estaba buenísima!

Con la paellita, dimos por concluida la visita a Valencia, no sin antes pasar por algunas tiendas donde compramos algunos detallitos y nos atendieron muy amablemente.
Volvimos al barco a seguir disfrutando de sus piscinas y a prepararnos porque esta noche tenemos un cóctel con el capitán (aunque finalmente no fuimos porque jugaba la selección española y claro...había que ver ese partido).

Nos fuimos a la cama y nos preparamos para nuestro primer día de navegación. Surcamos el Mediterráneo rumbo a Civitavecchia, puerto de entrada a la maravillosa y eterna ciudad de Roma.

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