Me parece mentira que en el año 2017 comenzara esta serie de entradas con volumen 1 y volumen 2:
En ellas proclamé a los cuatro vientos el amor por mis rizos después de atreverme por primera vez con un corte que se "salía" de lo que hasta ese momento habían hecho con mi pelo. Un long bob que como podéis ver en las fotos no me quedaba nada mal. Poco después de aquello pasé una mala racha personal y os lo cuento porque siempre se dice que la mujer que se cambia el pelo está dispuesta a cambiar su vida; pero también sucede lo contrario: la mujer a la que le cambia la vida se viene arriba y decide cambiar su pelo. Y sí, me apetecía mucho un corte más radical, para qué negarlo. Y acabé viéndome así:
Y más tarde, me animé y corté aún más y empecé con las decoloraciones y demás:
No es que no me guste, no, todo lo contrario. Me sigue encantando el pelo corto pero olvidé algo fundamental: mi pelo es rizado y un corte pensado para el pelo liso tan corto no me iba a sentar del todo bien si no lo llevaba liso. Así que empecé a alisarlo unas dos veces por semana, tanto en la peluquería como en casa y nada me frenó, ni siquiera la pandemia en la que seguí haciéndolo. La última foto es de mi primera decoloración pero no fue la única. Fueron muchas en mi intento de disimular las canas y aunque las hice muy poco a poco intentando respetar mi pelo, acabaron pasándome factura: un pelo extremadamente seco, sin vida y que aunque cortara a menudo seguía viéndose muy estropeado, sobre todo por las puntas.
Ya no se quedaba bien liso y mis rizos perdían fuerza cada vez más y más...Llegué al punto de no reconocerme en el espejo. Me vi con un color que no estaba bonito, que era demasiado claro para mis cejas y con un pelo que no podía manejar ni liso ni rizado. Así que pensé que era hora de volver al origen. Por ahora no me siento preparada para dejar de ponerme tinte, y os digo que por ahora porque no estoy segura de que en un futuro acabe haciéndolo. Así que lo que hice fue tapar las mechas y todo aquel batiburrillo con un color con el que me sentía más cómoda, más oscura, más acorde con mis cejas y en definitiva, más yo. Y me cambié al tinte vegano.
También saneé mi pelo, cortando las puntas estropeadas y siendo consciente de que tendré que volver a hacerlo más de una vez hasta que las decoloraciones desaparezcan. Obviamente mis rizos seguían sin ser los de antes y entonces comencé a informarme a fondo sobre el famoso método curly que he empezado a seguir muy poco a poco, siendo flexible porque si por supuesto ya no aliso mi pelo dos veces a la semana sí me gustaría hacerlo una o dos veces al mes; así que la intención de todo esto es hablaros de cómo va a ser mi proceso siguiendo esta serie de entradas que hoy me ha quedado larguísima y por lo tanto tengo que ir repartiendo la información. De todas formas, como os dije en Instagram la primera impresión tras usar sólo las técnicas de dicho método en mi pelo fue alucinante:
Así que os doy las gracias si habéis llegado leyendo hasta aquí, por leer este "desahogo capilar" y espero que la serie de entradas os resulte interesante y que os quedéis por aquí conmigo.
¿Y VOSOTRAS? ¿ALGUNA VEZ OS HABÉIS ARREPENTIDO DE HABER HECHO ALGO EN VUESTRO PELO? ¿CONOCÉIS EL MÉTODO CURLY?
Un besote y muchas gracias por pasaros y comentar.
El cambio se te ve muy bonito. Saludos
ResponderEliminarHola, Luci! Se nota el cambio progresivo que has ido dando a tu cabello. Mucho mejor ahora.
ResponderEliminar¡Un abrazo gigante!
Pues con tus rizos quedas genial!
ResponderEliminarSe aprecia el cambio, se ve más sanito y te queda muy bien. Feliz semana!
ResponderEliminarMe encanta las decoloraciones moradas 😍😍😍😍
ResponderEliminarBsss